Creciendo Rápidamente con la LEF-20 de Roland
Pretty in Polka Dots | Madisonville, Kentucky
Korie y Ben Laskowski hacen de empezar una empresa... pues, un juego de niños. Su taller, Pretty in Polka Dots de Madisonville, Kentucky, ofrece productos de madera de impresión impresos a pedido.
Al principio, Korie y Ben estaban personalizando con vinilos cortados que aplicaban a mano. A medida que su negocio crecía, subcontrataron su producción. “La subcontratación funcionó, pero era demasiado cara y tomaba tiempo”, dice Ben. “Necesitábamos habilidades de producción propias”.
Ben investigó sus opciones exhaustivamente antes de seleccionar la impresora UV plana de sobremesa LEF-20. “La LEF fue la opción lógica”, dice. “Su tamaño, calidad y precio son perfectos para nuestra empresa”.
“Invertimos en la LEF y ésta nos abrió todo un nuevo mundo.”
Pretty in Polka Dots hizo US$ 30.000 en su primer año. A los seis meses de haber adquirido la LEF, sus ingresos se incrementaron un 300%. “¡La LEF-20 indudablemente ha sido toda una revolución para el crecimiento de nuestro negocio!”, dice Korie.
Algunos de los productos más vendidos en Pretty in Polka Dots son sus aclamados letreros de madera de tablero. “Muchos talleres ofrecen letreros pintados a mano o con plantilla, pero no pueden trabajar en superficies ásperas. Nosotros pasamos la madera directamente a través de la LEF y nuestras impresiones salen perfectas”, dice Ben.
Otros artículos populares incluyen sus letreros pintados con blanco, marcos de pinturas de madera de tablón, y pedidos personalizados, todos usando la LEF-20 y la tinta blanca Roland DG.
Ben y Korie usan el software VersaWorks de Roland DG para rasterizar sus diseños, y a menudo dejan a la LEF funcionando en las noches o de un día para otro. “Simplemente cargamos las colas de la LEF, insertamos los bloques o les damos vuelta, presionamos un botón y nos vamos”, dice Ben. “Es como tener otro empleado a tiempo completo”.
Este año, Pretty in Polka Dots expande su presencia en el mercado en línea, construyendo nuevas instalaciones y vendiendo a través de varios minoristas tradicionales. “Invertimos en la LEF y ésta nos abrió todo un nuevo mundo”, dice Korie.